Las ventajas de dibujar primero pequeño y simplificar tu dibujo

Te pongo en situación:

Estas en un aula de arte, dibujando al modelo que tienes delante, o sentado en un parque, observando y esbozando las personas que ves pasar, o estas trazando la pose de una revista o un dibujo que has visto y te parece estupendo para practicar.

Problema,

Comienzas y estas más tieso que un gato de yeso,

Rayas el papel, se crean arañazos por aquí y por allá, en vez de líneas precisas te salen líneas hacia todas las direcciones y más que un dibujo limpio lo que tienes se asemeja al calco de una pelusa. Contorneas y oscureces todas las líneas de tu dibujo porque quieres remarcar, dentro de todo ese desvarío, lo que para ti es importante…

En fin, que no te sale como te gusta.

Evidentemente hay veinte mil factores por las que esto se pueda deber, uno de ellos es: probablemente no hayas calentado lo suficiente.

Pero hoy no vamos a hablar de eso que esta ya más que machacado en otras entradas.

Un motivo de lo más común es:

Te centras demasiado en ciertas áreas del dibujo, y cuando te das cuenta tienes 10 líneas para el cuello, cuarenta líneas repasando el torso, 150 para las piernas e infinito al cuadrado para la cara, que dita sea no te sale!

 

 

Cuando eres David y te enfrentas al Goliat

 

Cuantas veces has oído hablar: Ante un problema, simplifica.

Haz que los problemas grandes se vuelvan pequeños. Pues eso precisamente es lo que vas a hacer.

Dibuja en pequeño, para enfrentarte a la grandeza que hay delante de ti.

 

Esto es lo que vas a mejorar

Enseguida notarás que los problemas se reducen a simples figuras sencillas de dibujar. ¡Di no a las complejidades!

Te sentirás a gusto dibujando, lo disfrutarás más ya que al simplificar el dibujo a esas dos o tres cosas de las que tienes que preocuparte, evitarás que las complejidades, cuando dibujes, obstruyan tu momento de inspiración.

Rellenarás páginas y páginas de ideas, de historias, y no de garabatos y arañazos.

Más que un temor, tomarás el siguiente dibujo como un reto, una aventura, pero sobretodo, una historia que contar.

 

Que no podrás hacer

Perfeccionar, ser el cirujano dibujante que dentro de ti te apetece ser. Muy bien, porque eso es gula artística, no es bueno abusar de ello.

Dibujar una pose enorme que mida una pared y media de alto y mostrárselo a tu familia. Eso que te ahorras en papel y tiempo.

Detallar hasta la saciedad. Tranquilo Speedy Gonzales, ya tendrás tiempo más delante de dibujar todos los micro elementos de tu obra. Domina la base primero, que es lo más importante, y mejorarás muchísimo más tus habilidades para el detalle en las siguientes fases del dibujo.

 

Tu mejor compañero de dibujo en estos momentos, es compaginar el dibujo a pequeña escala con dibujos de corta duración.

 

Pasa una hora, dos horas… y has hecho una pose regulín regular. Tu mente está dale que te pego trabajando para corregir errores.

Que ocurre,

Te tiras demasiado tiempo en un dibujo cuando al principio, para agilizar tu muñeca y tu mente creativa, conviene que dibujes muchas poses para adquirir soltura, dibujar tus ideas y no centrarte sólo en lo que ves.

 Así, te podrás deshacer cuanto antes de los bloqueos mentales [enlace] y los dibujos complejos con demasiado pensamiento analítico.

Piénsalo, y si en esa hora… dibujas 40 poses de personas en la calle, o 50, o 100! La soltura que ganarás en las muñecas! Imagínate la de sensaciones nuevas que te llegan y lo que experimentas y aprendes!

¿No merece eso más la pena?

Aumenta el poder dinámico de tus trazos, dibuja rápido, siéntete libre, temeroso. Arriésgate a dibujar.

 

Cuando realizar dibujos pequeños

 

Hay momentos en que conviene hacer este tipo de ejercicios.

 

Hazlo al principio como método de calentamiento.

Dibuja una hoja llena de poses variadas, trabajando el dinamismo pero muy importante también, la historia de tus personajes. Entrénate dibujando la expresión y la esencia de una pose.

 

Dibuja en pequeño antes de dibujar tu obra en grande.

Cada vez que te enfrentes a un dibujo detallado, en el que vas a invertir mucho de tu tiempo, haz un dibujo del mismo pero primero en pequeño, en la esquina de la hoja en la que vas a pintar o en una hoja aparte.

¿Por qué?

Porque experimentarás, tratando de dibujar la pose más expresiva del modelo antes de lanzarte a la piscina, y eso significa que cuando vayas a dibujar ya tendrás una idea más clara de cómo abordar tu dibujo.

Y la segunda razón, muy importante. Verás tus fallos venir de lejos y tendrás la oportunidad de corregirlos.

Si practicas la pose en pequeño, verás donde te equivocas más fácilmente. Por ejemplo, si dibujas los brazos más pegados o separados del cuerpo, si las piernas se sitúan a la misma altura y el modelo está en perspectiva, si la pose te sale demasiado rígida, etc.

Mejor darte cuenta de esto en 20 segundos que después de 2 horas, ¿no?

 

Cuanto detallar en estos dibujos pequeños

 

Dibuja el monigote básico para empezar, es sencillo y práctico de utilizar.

Luego puedes crear líneas de construcción si lo deseas, dibujando el torso, la pelvis, los puntos de articulación del cuerpo. ¡Pero siempre con figuras sencillas!

¡Evita dibujar los detalles!

Esto hace que enseguida te lances al lado izquierdo del cerebro. Deja que tu creatividad sea la que domine la situación en estos momentos para que tus dibujos tengan vida.

 

Eres más ágil e inteligente que Goliat, y a pesar de tu tamaño puedes enfrentarte a él. Mírate los videos en Trazarte, demuestra lo que vales con un lápiz, y ¡a dibujar!

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