¿Recuerdas los maniquís de madera?
Construido con todas esas formas básicas, las esferas, los cilindros…
Yo tenía uno, el muñeco se movía y contorsionaba más que la niña del exorcista, pero molaba!
Aquello era jugar hasta ponerlo en posturas flotantes, con las piernas estiradas que casi tocaban la parte de atrás de la cabeza con la planta del pie.
Pobre muñequito, y nunca le dieron trabajo en el circo del Sol.
La verdad es, que el condenado era lo más difícil de posar del mundo, y la mayoría de las veces acababa en poses raras y bastante rígidas.
¡y es que era de madera!
Lo curioso, es que en la vida profesional, muchos acabamos manejando maniquíes sobretodo en el campo del dibujo y la animación.
Algunos, de manera tradicional, dibujamos personajes indicando los puntos de articulación donde luego moveremos cada una de las partes del cuerpo para posar el personaje y definir las formas.
Y otros, más modernos, utilizamos otra tecnología.
Ya no movemos madera, sino nodos, controles virtuales que modifican la posición y rotación de cada parte del personaje que tratamos de posar.
Y es que al principio, cuando jugaba con el maniquí era cuando experimentaba moviendo los personajes de todas las formas posibles, ignorante en muchos casos, de las cualidades que caracterizan una buena pose, pero qué más da, ¡en ese momento la idea era pasárselo bien!
Pero cuando quieres tomártelo más en serio, dedicarte a ello y convertirte en un profesional, es otra historia.
Hay que posar el personaje de manera que se tenga en consideración el trasfondo, las cualidades físicas y psicológicas del mismo para que la audiencia conecte con él y no se quede extrañado de la manera en que actúa o se ve. Estos temas los iremos desarrollando poco a poco en el blog.
Lo que sí que vamos a ver es una herramienta que nos va a ayudar a conseguir dibujar poses más fáciles de leer, a través de la fluidez en una pose
Cuantas veces has visto una pose y enseguida tu vista salta a una parte del cuerpo que te distrae del dibujo.
De repente, el autor ha perdido toda relación de interés o de intriga contigo y tú solo te fijas en eso, en algo raro que se ve ahí que no sabes muy bien que es pero que no para de llamarte la atención.
Pero lo que sí intuyes, es que se trata de la forma en que el personaje está posando. Y es que en muchos casos, cuando una pose no conecta con la audiencia, uno de los puntos a tener en cuenta es la fluidez en la pose.
La fluidez de nuestros dibujos hace que cada uno de los elementos que componen la pose parezcan conexos y contribuyan a contar una historia.
Esta es la manera de enchanchar la audiencia a tu dibujo.
Cuando trabajes este aspecto, estarás asegurando que cada una de las partes del cuerpo tengan relación entre sí y con la pose general del personaje, trabajando conjuntamente para amplificar el mensaje que quieres ofrecer dibujando la pose.
Si el personaje esta alerta, con miedo, decidido, desganado…
Todas las partes del cuerpo tienen que trabajar y mantener una relación entre sí para transmitir la acción principal que el personaje está haciendo.
Tiene que haber una conexión fluida, como por ejemplo entre las manos, los brazos y los hombros, y estos a su vez, con la orientación del torso, el torso con el cuello y la cabeza, con la pelvis, las piernas…
De esta forma cuando el dibujo esté esbozado parecerá que fluye con naturalidad y sentido.
Cuando hayas dibujado la línea de acción y pensado en la historia que quieres contar, dibuja cada una de las partes del cuerpo, de uno en uno.
Haz esbozos rápidos y cuando dibujes las poses realiza un escaneado de cada una de las partes del cuerpo.
Piensa por ejemplo en la cabeza, ¿cómo conecta con el cuello?
Y el cuello, ¿cómo conecta con el torso?, ¿y el torso con las piernas y los pies?
¿Puedes trazar una línea que conecte estos elementos?
¿Puedes ir ondeando la figura de una parte del cuerpo a otra desde la cabeza hasta los pies?
Fíjate en esta imagen donde te muestro como construí el personaje de esta entrada.
Observa los movimientos del trazo de una parte del cuerpo al otro y nota como son fluidos, fáciles de seguir y agradables a la vista.
Los brazos, el tronco, las piernas, la cabeza.. ¿logran transmitir y enfatizar la historia que quieres contar?
No te centres solamente en la acción que realiza el personaje, lo que la audiencia quiere siempre es una historia que contar, entretenimiento.
Fíjate en el ángulo del brazo con la muñeca, en el ángulo de las piernas y el pie, en la curvatura del tronco, el ángulo de la cabeza. Variando estos ángulos puedes llegar a enfatizar más la actitud de tu personaje.
Cuando hayas dibujado la pose, observa cómo trabaja la lectura de tu pose, para saber que todo tiene sentido y está unido entre sí.
En una buena pose, el ojo puede recorrer la pose desde un principio hasta un fin.
Si estas comenzando, céntrate en una idea principal, evita poses demasiado complejas en donde la vista salte de un punto a otro de forma radical.
Las poses simples y claras se leen mejor.
Sobre todo aquellos en los que puedes recorrer fácilmente la pose con la mirada desde los pies hasta la cabeza o viceversa, pasando por cada una de las partes del cuerpo que van guiando la trayectoria de tu mirada.
Esta es la manera de conseguir fluidez.
¡Y se capta de manera instantánea! Luego con la experiencia y experimentando, dibujarás mejor las poses más complejas.
¿Tienes algún problema dibujando poses fluidas? Adelante, por qué no me lo comentas más abajo.
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